Con el reclicado mecánico solo podemos realizar 5 ciclos.
Todo el plástico que consumimos terminará en el ambiente, contaminando ecosistemas terrestres y marinos.
Desafortundamente las tecnologías de reciclaje actuales no son eficientes, por lo que después de varios ciclos no es posible volver a generar botellas, por lo que eventualmente todo el PET terminará en el ambiente.
El PET son como largas cadenas, para que el plástico funcione necesita tener un cierto tamaño la cadena, con cada ciclo de reciclaje mecánico se acortan esas cadenas, llegando un punto que ya no tiene las propiedades para ser botella.
Lo que necesitamos es tomar esos materiales inservibles para la industria y romper por completo las cadenas, tomar los eslabones y volver a generar las cadenas originales. De esta forma tendríamos un método para recircular el material.
Las enzimas son los encargados de todas las reacciones químicas de los seres vivos, ellas son las encargadas de despolimerizar nuestra comida para que podamos absorber los nutrientes.
El pet tiene poco tiempo de estar en el ambiente es por ello que los organismos todavía no cuentan con enzimas para poder degradarlo (de ahi que se acumule).
Sin embargo, poco a poco se han ido encontrando enzimas que degradan cada vez mejor estos materiales, pero aún están muy lejos de poder ser incorporadas en un proceso industrial rentable.
Nosotros tomamos una de estas primeras enzimas creadas por la naturaleza que ya degradan lentamente estos materiales y le realizamos ingeniería para acelerar la velocidad de despolimerización, así como su estabilidad, con estas dos propiedades hemos logrado acoplarla en un proceso continuo semi industrial.